miércoles, 5 de mayo de 2010

5. La Reunificación

La caída del Muro de Berlín, en 1989, supuso el comienzo de la Reunificación. No obstante, hubieron de transcurrir todavía once meses hasta que se reconociera la unión de las "dos Alemanias". La reunificación respondió a un anhelo de la población de ambos Estados alemanes: En las primeras (y últimas) elecciones libres a la Asamblea Popular, celebradas el 18 de marzo de 1990, los alemanes orientales votaron por gran mayoría a favor de los partidos que reclamaban una rápida adhesión de la RDA a la República Federal.

La República Federal y la RDA convinieron con las cuatro potencias que controlaban el país desde el final de la guerra (Estados Unidos, Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia) las condiciones de la unidad alemana en el plano de la política exterior y de seguridad en el Tratado sobre el acuerdo definitivo con respecto a Alemania, más conocido como Tratado 2 + 4.
En 1990, la cuestión alemana se resolvió en consonancia con la vieja demanda de la “unidad en libertad”. Solo podía resolverse de común acuerdo con todos los países vecinos, lo cual implicaba igualmente que debía resolverse a la vez que otro problema secular, la cuestión polaca. El reconocimiento internacional definitivo de la frontera occidental polaca en el Odra y el Nisa fue una condición previa para la reunificación de Alemania dentro de las fronteras de 1945. La proclamación de la Reunificación de Alemania se produjo, finalmente, el 3 de octubre de 1990.

Conforme a su autopercepción, la Alemania reunificada no es una “democracia postnacional entre Estados nacionales” (Karl Dietrich Bracher), sino un Estado nacional democrático postclásico entre otros, firmemente inserto en la agrupación supranacional de Estados que es la Unión Europea (UE). Mucho es lo que separa al primer del segundo Estado nacional alemán, a saber, todo aquello que convirtió al imperio bismarckiano en un Estado militar y autoritario. No obstante, también hay continuidades entre el primer y el segundo Estado nacional alemán. Como Estado constitucional, federal y social de Derecho, la Alemania reunificada sigue tradiciones que se remontan al siglo XIX. Otro tanto puede afirmarse del sufragio universal e igual y la estructura parlamentaria, desarrollada ya en los tiempos del Reichstag, la Dieta del Imperio. También es ostensible una continuidad espacial: El Tratado 2 + 4, acta fundacional internacional de la Alemania reunificada, reafirmó nuevamente la solución de la “pequeña Alemania”, es decir, la estatalidad disociada para Alemania y Austria.

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